Las denuncias por violencia doméstica en Irlanda en 2023 aumentaron un 4% respecto al año anterior, con una de cada cuatro mujeres que han mantenido una relación declarando haber sufrido malos tratos por parte de su pareja actual o anterior.

La policía irlandesa atribuye este aumento de las denuncias a un "cambio radical" en la forma en que la sociedad percibe la violencia doméstica. Una corriente de esta ola de cambio ha sido el trabajo de la hermana Fiona Pryle, que ha dedicado más de 20 años a hacer campaña y presionar en favor de las víctimas de maltrato doméstico.

En Dublín, en las décadas de 1980 y 1990, la Hna Fiona trabajó en su apostolado con hombres sin hogar y con mujeres en situación de prostitución y otras formas de explotación sexual comercial. Esta labor la llevó a crear un albergue para chicos sin hogar y, más tarde, el programa NOW, financiado por la UE para ofrecer a las mujeres opciones para salir de la prostitución. También se implicó en el Proyecto Ruhama para Mujeres de la Congregación, que lucha contra la explotación sexual, la prostitución y la trata de seres humanos, y que hoy se considera uno de los grupos de defensa más importantes de Irlanda y Europa.

Sin embargo, fue en 2001, a través de su trabajo en el Ascend Domestic Abuse Service for Women en Typperary, cuando se implicó más directamente con las mujeres en situaciones de violencia doméstica.

Durante su permanencia en el proyecto, ha colaborado con organismos de apoyo en campañas y grupos de presión para lograr cambios en dos cuestiones importantes que afectan a las mujeres: que las víctimas de violencia doméstica obtengan permisos retribuidos en el trabajo; y que se pague la manutención del cónyuge y de los hijos.

En Irlanda no ha habido directrices claras sobre la legislación que regula la pensión alimenticia y existe un importante índice de incumplimiento por parte de las parejas maltratadoras, con muy pocas sanciones.

El trabajo con las usuarias indica que hasta el 70% de las mujeres no reciben la pensión alimenticia semanal ordenada por el tribunal. Esta falta de dinero repercutía gravemente en las mujeres y los niños, y muchas vivían en la pobreza. La Hna. Fiona y otros miembros de Ascend se interesaron especialmente por esta cuestión de la manutención del cónyuge y los hijos tras la separación como consecuencia de la violencia doméstica.

Además, para que una mujer recibiera ayudas sociales, tenía que iniciar un procedimiento judicial para obtener la pensión alimenticia del marido maltratador. Una práctica que continuaba la dinámica de poder y control, y que a menudo dejaba a las mujeres en peligro permanente. En vista de ello, Ascend encargó una investigación con mujeres con vistas a que los resultados sirvieran de base para la futura legislación.

La investigación se financió con una subvención obtenida de un fondo fiduciario creado por Nuestra Señora de la Caridad en Irlanda en 2007. La subvención se obtuvo alegando que su finalidad era "proporcionar recursos a las mujeres, para desarrollar y mejorar sus vidas y su dignidad". El fondo fiduciario estaba dirigido especialmente a mujeres afectadas por la pobreza, la violencia y los abusos.

Sin embargo, las enmiendas legislativas introducidas en 2011 vieron muy pocas de las recomendaciones del grupo de investigación incorporadas a la ley, sin una aplicación sólida para sacar a las mujeres de la trampa de la pobreza.

Aunque la Hna. Fiona se retiró de Ascend en 2017, siguió ejerciendo presión y trabajando en un pequeño número de casos contenciosos en curso. Finalmente se logró cierto éxito el 27 de noviembre de 2023, cuando el Gobierno irlandés ratificó que las mujeres tienen derecho legal a cinco días de baja laboral remunerada en cualquier periodo de 12 meses debido a abusos por violencia doméstica.

Este año hubo más motivos de celebración cuando el 8 de enero la Ministra de Justicia, Helen McEntee, anunció nuevos avances. En su declaración, prometió una revisión de las directrices sobre pensiones alimenticias y órdenes de ejecución.

El cambio trascendental es la introducción de poderes para congelar el dinero y los bienes de los progenitores que no pagan, y el nuevo requisito de que ambos progenitores deben participar en una mediación obligatoria antes de presentar una solicitud de pensión alimenticia ante los tribunales, lo que elimina la carga de la mujer de solicitar la Orden.

Las décadas que lleva la Hna. Fiona sobre el terreno y la lentitud con que se producen los cambios ponen de manifiesto el tiempo que se necesita para cambiar la situación de las mujeres maltratadas. También demuestra cómo las mujeres siguen sufriendo malos tratos cuando intentan desenvolverse en los sistemas estatales, y cómo los agresores pueden manipular el sistema para perpetuar su dinámica de poder y control.

En la actualidad, la Hna. Fiona sigue siendo miembro de tres grupos de trabajo encargados por el Estado irlandés para examinar los problemas actuales que afectan a las mujeres y los niños en situaciones de violencia doméstica. En particular, estamos a la espera de la publicación del documento del Departamento de Justicia sobre la alienación parental en los tribunales en el que ella ha participado.

¡Que sigan creciendo las olas del cambio!